La violencia de género sobre las mujeres esposas de las personas privadas de linbertad PPLs
El Proyecto Niños Libres es
una iniciativa del MIES, (Ministerio de Inclusión Económica y Social), ejecutado
a través de la Fundación Acción Social Cáritas en la Provincia de Santo Domingo
de los Tsáchilas, desde el año 2008 hasta la actualidad.
La línea de acción del Proyecto es brindar una atención integral desde
lo social, psicológico, en salud, a los niños/as y adolescentes, hijos e hijas de
PPLs.
En el tiempo de ejecución
de Niños Libres, el equipo técnico del Proyecto identificó episodios de violencia intrafamiliar y
violencia de género en las mujeres esposas de PPLs, especialmente en las que
visitan el Centro de Rehabilitación Social Bellavista de Santo Domingo. Esto
nos motivó a investigar para intentar sacar a la luz la realidad que vivían un
total de 121 mujeres.
La característica principal de las mismas es que son esposas de PPLs, y
han sido atendidas por el Proyecto Niños Libres; son mujeres de diferentes
edades y estratos sociales, en su totalidad madres y, en algunos casos
trabajadoras asalariadas. En el proceso de atención hemos recopilado información de sus vivencias
e historias familiares, las mismas fueron
obtenidas y registradas en las entrevistas psicológicas y sociales, así como
también del seguimiento social domiciliario.
En algunos casos se ha intervenido desde lo social, orientando a estas
mujeres hacia recursos especializados, y desde lo psicológico, motivando a que
ellas pueden identificar y reflexionar acerca de la realidad del maltrato intrafamiliar
o violencia de género, a la que estaban expuestas tanto en sus hogares, o como
cuando visitaban a sus maridos, en el Centro de rehabilitación Social. Es así como fueron saliendo a la luz diversos tipos
de violencia a la cual se ven expuestas estas mujeres en su vida cotidiana.
Pero antes de describir los diversos tipos de violencia a la que se ven
expuestas, queremos, en primer lugar, dar un par de definiciones que nos
ayudarán a entender la violencia en sus diferentes facetas.
1) La violencia
de género:[1]
Es la consecuencia
de interiorizar el modelo patriarcal donde el hombre tiene unos derechos sobre
la mujer y donde se han construido socialmente una serie de rasgos, roles y
estereotipos sobre lo masculino y lo femenino que vinculan a cada sexo con
diferentes ámbitos y funciones en la sociedad, discriminando y posicionando a
la mujer en desigualdad de condiciones, hasta el punto de ser agredidas física,
psicológica y sexualmente.
2) La violencia
intrafamiliar:[2] La violencia se ejerce en el
ámbito familiar, donde las relaciones están marcadas por la afectividad entre
cónyuges, y también por los excónyuges, o la producida por otros miembros de la
familia tales como padres, hermanos o tíos.
La violencia que ejerce el hombre sobre la mujer en el
ámbito doméstico o privado ha sido considerada hasta fechas recientes como un
asunto interno/privado de la familia. Así, los llamados “delitos contra el
honor de la familia” lo que defendían en realidad, era el honor y la virilidad
masculina. El honor masculino dependía de la castidad femenina, el adulterio
por parte del hombre no era castigado ni penado, por considerarse una tendencia
natural de su virilidad, aplaudido incluso socialmente. Todo ello encaminado a
salvaguardar y defender el honor masculino.
Tipos de violencia[3]
Psíquica. Son las amenazas, humillaciones, ridiculizaciones,
exigencias de obediencia, culpabilizar a la víctima de que el problema es suyo.
Los insultos, el control de las salidas de casa, descalificaciones, el control
del dinero, la destrucción de los bienes de la mujer, la indiferencia, el
aislamiento. La desvalorización de su trabajo y de sus opiniones.
Física. Empujones, bofetadas, golpes, mordiscos, cortes, palizas,
fracturas, quemaduras y, en su más extrema manifestación, el asesinato.
Económica. No tener acceso al dinero, ni al de su marido ni al suyo.
La negación del cónyuge a que la mujer realice un trabajo remunerado fuera del
hogar o, en caso de que lo haga, obligarla a entregarle sus ingresos.
Social. Aislamiento de la mujer de su círculo social, de sus
amistades o de su familia.
Sexual. Imponer a la mujer una relación sexual sin su
consentimiento y contra su voluntad. También implica al acoso sexual en
diferentes ámbitos: laboral, educativo, centros de reclusión, etc… que pueden
llegar hasta el abuso y la violación.
Estructural. Es la violencia discriminatoria que sufren las mujeres,
por el hecho de serlo, en todos los niveles de la sociedad: en el ámbito
educativo, laboral, político, en los medios de comunicación, a través del
lenguaje. Es la violencia más invisible de todas y la más extendida.
Violencia Patrimonial. Es cualquier acto u omisión que afecta el
patrimonio o la supervivencia de la víctima, y se presenta como la transformación,
sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos
personales y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a
satisfacer sus necesidades, y puede abarcar los daños a los bienes comunes o
propios de la víctima.
En el cuadro podemos apreciar
como la violencia psíquica es la que mayormente prevalece en
esta forma de relación, tal vez porque no deja huellas o rastros físicos, pero
sí secuelas psicológicas. Los gritos las humillaciones son, para muchas mujeres,
la primera forma de relación con su pareja PPL, tanto dentro del Centro de
Rehabilitación como fuera de este, a través de mensajes telefónicos, mensajes
en redes sociales como Facebook o
cualquier otro mensaje dado a través de terceras personas. En muchos casos
son amenazas de venganza, con insultos y humillaciones, o directamente
amenazas de muerte.
Muchas se preguntan a sí
mismas: “¿si esto me hizo ahora que está detenido, que más me hará después
cuando esté libre…?”
Son preguntas para muchas
mujeres sin respuestas, y que de alguna manera les obliga a mantenerse en el
círculo de la violencia con el victimario.
A través de este pequeño
trabajo teórico pretendemos sacar a la luz esta realidad, con el objetivo de intentar
generar un pequeño proceso de reflexión, no sólo entre ellas y ellos, sino
también hacia el interior del Centro de Rehabilitación Social, ya que para
varias mujeres ha sido precisamente éste el espacio, donde han tenido lugar los
episodios de violencia de género e intrafamiliar.
Y nos parece fundamental que esta reflexión ayude a que
se creen nuevas formas de relación entre mujeres y hombres, durante el período
en el que sus maridos se encuentren privados de
su libertad, ya que detrás de estas mujeres hay niños niñas y adolescentes, que pasan a ser víctimas
directas de estas formas de relación.
[1] Manual Salir Adelante Fundación Cepaim. España. 2012
[2] Manual Salir Adelante Fundación Cepaim. España. 2012
Fotografía de agresión física a una usuaria
del programa Niños Libres 2015
Fotografía de agresión física a una usuaria
del programa Niños Libres 2015
Autor:
Dr. Danilo Dávila. Psicólogo Clínico.
Proyecto Niños Libres. Fundación Acción Social Cáritas.
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